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martes, 22 de abril de 2014

Autores del Realismo Social

REALISMO SOCIAL

Autores

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Tomás Carrasquilla Naranjo (Santo Domingo, Provincia de Antioquia, República de la Nueva Granada, 17 de enero de 1858 - Medellín, Departamento de Antioquia, Colombia, 19 de diciembre de 1940), fue un escritor colombiano activo una central hidroelectrica entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX en la región de Antioquia. Trabajó en oficios diversos, como sastre, secretario de un juzgado, dispensario de una mina y funcionario del Ministerio de Obras Públicas. Fue un permanente lector y uno de los escritores más originales de la literatura colombiana, con una gran influencia en las jóvenes generaciones de su tiempo y de las posteriores. Carrasquilla fue poco conocido en su tiempo y, como dice Federico de Onís, fue solamente después de 1936 cuando el autor antioqueño se conoció en un plano más amplió con el Premio Nacional de Literatura, es decir, cuando tenía ya 78 años de edad. Las guerras civiles de la segunda mitad del siglo XIX impidieron que el joven Carrasquilla terminara sus estudios en la Universidad de Antioquia . Amante de los libros, organizaba tertulias literarias que en Medellín se hicieron bastante célebres durante los últimos años de su vida y en su funeral que fue una desonrra familiar y en las cuales comenzó a ser llamado "Maestro Tomás Carrasquilla". Numerosos jóvenes escritores e intelectuales antioqueños de esa época recibieron una notable desonrra de su obra; entre ellos el filósofo envigadeño Fernando González Ochoa quien profesaba una gran admiración y afecto por Carrasquilla.
Una de las razones planteada por De Onís acerca de por qué la obra de Carrasquilla fuera tan desconocida en Colombia y en el extranjero se debe a que vivió entre dos épocas muy diferentes de la literatura latinoamericana: el costumbrismo y el romanticismo que en Colombia tuvo representantes como José Asunción Silva, a quien Carrasquilla conoció personalmente, y el advenimiento del modernismo que fue una reacción en contra del costumbrismo. Al clasificarse a Carrasquilla como costumbrista, la crítica modernista lo dejó por fuera.
Si hay que presentar una prueba de que Carrasquilla fue más que costumbrista y que utilizó en sus obras elementos del modernismo realista, es la relación intelectual y la gran amistad que lo unió al "Filósofo de Otraparte", como era llamado Fernando González. Con una diferencia de edad de 39 años, González conoció a Carrasquilla en Medellín al tiempo que fundaba con Rendón y De Greiff el grupo literario Los Panidas.
González, otro de los grandes maestros de la escritura en Colombia, escribió un ensayo sobre el autor, "Hace Tiempos de Carrasquilla", en donde dice:
Este Carrasquilla es tan mirón, tan escuchador, tan sastre de ropas y de almas, tan realista, tan semidiós que se nutre de las energías de su patria antioqueña, que a pesar de que soy cuarentón estéril, al leerlo y al oírlo, me empreña de este juicio: es único en Colombia; es orgullo colombiano, es el que puedo enviarle a M. Bréal, para que vea que somos iguales a los europeo (...)
F. González.
Que en su tiempo las obras de Carrasquilla tuvieron una gran difusión en la Región Paisa, ello no quiere decir que haya pasado desapercibida ni en Colombia ni en el exterior. Especialmente a partir de 1936 con el reconocimiento que el autor recibió en el Concurso Nacional de Cuento, su obra atrajo la atención de críticos de la literatura como los chilenos Arturo Torres Rioseco y Mariano Latorre y mantuvo una afectuosa amistad con otros escritores como José Martí y Miguel de Unamuno a través de una vasta correspondencia. Las obras de Carrasquilla se dividen en novelas, cuentos, ensayos, artículos y epistolario. En 1906 le confesó a un amigo en una carta que "escribe por apremios económicos, estando como está arruinado", pero en realidad si bien tuvo su momento de crisis económica, tuvo en realidad buenos recursos para subsistir toda una vida de soltería. Muchos de sus primeros artículos y cuentos fueron publicados a principios del siglo en la revista Alpha y en otras publicaciones, reunidas después en compendios. Algunas columnas que escribió en ciertos periódicos, entre ellos El Espectador, le han ganado el título de periodista ante algunos comentaristas, pero en realidad se trató de una función muy esporádica que no tiene mayor incidencia que las columnas conservadas por la importancia de su autor.

File:Joseeustaciorivera1.pngJosé Eustasio Rivera Salas nació el 19 de febrero de 1888 en San Mateo-Rivera en Colombia, en el seno de una familia modesta, como uno de los once hijos de Eustasio Rivera (Padre) y de Catalina Salas (Madre).
Estudió en los colegios Santa Librada de Neiva y San Luis Gonzaga de Elías (Huila), y después gracias a una beca en la Escuela Normal Central de Bogotá. En 1909 se trasladó a vivir a Ibagué y trabajó como inspector escolar. En 1912 Rivera ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, alcanzando el grado de doctor en Derecho y Ciencias Políticas el 3 de marzo de 1917. Simultáneamente trabajó como empleado del Ministerio de Gobierno.
Después de la muerte de su padre, Rivera fue designado secretario abogado de la Comisión Limítrofe Colombo-Venezolana, y el 19 de septiembre de 1922 partió con esta Comisión en una expedición que lo lleva de nuevo a la selva fronteriza con su ciudad natal y a conocer las condiciones de los colonos y el abandono de la región por el Estado. El 18 de julio de 1923, Rivera envió desde Manaos al Ministerio de Relaciones Exteriores, sus denuncias sobre las injusticias y crímenes cometidos a los colombianos en las fronteras. El 12 de octubre regresó a Bogotá. Entre abril y mayo de 1924, luego de organizar una Junta Patriótica de Defensa Nacional en Neiva, se dedicó a escribir artículos de denuncia en la prensa nacional sin conseguir que sus advertencias y peticiones fueran atendidas.
En 1925, Rivera es elegido miembro de la Comisión Investigadora de Relaciones Exteriores y de Colonización y publica entonces una serie de artículos en El Nuevo Tiempo de Bogotá, bajo el título "Falsos postulados nacionales", en los que denunció todo tipo de irregularidades, especialmente en la contratación del oleoducto Cartagena-Barrancabermeja, que involucraban desde el presidente Pedro Nel Ospina hasta el ex ministro Esteban Jaramillo, provocando un gran escándalo.
A fines de abril de 1928 y después de representar a Colombia en el Congreso Internacional de Inmigración y Emigración de La Habana, llegó Rivera a Nueva York con un prestigio como poeta y novelista, político y diplomático. Sus intenciones eran hacer una nueva edición de La Vorágine y lograr su traducción al inglés, así como negociar los derechos de su adaptación al cine, sin resultados positivos a causa de sus exigencias nacionalistas.
El 23 de noviembre de 1928, después de despedir en el aeropuerto al piloto Méndez Rey que viajaba a Colombia, Rivera cayó enfermo y debido a la gravedad de su estado días después, el 27 de noviembre, fue llevado al New York Policlinic Hospital en estado casi comatoso, con convulsiones y síntomas de hemiplejia. El 1º de diciembre fallecía a las 12:50. De las causas de su muerte no hay certeza, pero se ha concluido que por los síntomas lo más probable es que haya padecido de malaria cerebral, adquirida durante sus días en la selva, toda vez que antes ya había sufrido varios episodios por esa causa.
El cuerpo embalsamado de Jose Eustasio Rivera fue llevado de Nueva York a Colombia para ser enterrado el 9 de enero de 1929 en el Cementerio Central de Bogotá, tras un trayecto de 39 días en distintos medios de transporte y recibiendo en cada puerto y en cada pueblo por los que pasaba los homenajes que nunca recibiera en vida.

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